sábado, 27 de junio de 2009

Las sorpresas vienen de Oriente

Cada 177 días hay un eclipse nuevo en el cielo del mundo habitado, prácticamente hay un par de eclipses al año que dejan el rastro de su sombra en algún lugar de la tierra habitada. Puede haber eclipses en menos tiempo, pero esos ocurren cerca de los polos y están fuera de observación. Los eclipses importantes, los que dejan su rastro en la Tierra tienen una cadencia de 177 días.

Morín de Villefranche en el último tomo de su “Astrología Gálica” dedica varios capítulos del libro a los eclipses: En el capítulo VII titulado “Los eclipses de las luminarias” nos deja una información muy detallada:

“Los eclipses de las luminarias no son otra cosa que la Luna nueva para un eclipse de Sol o la Luna llena para un eclipse de Luna. Desde la antigüedad con Ptolomeo y sus sucesores como Cardano y otros, han creído que los eclipses eran las causas fundamentales, primeras universales, las más importantes de todas. También la Doctrina nos ha transmitido su estudio con el mayor cuidado.

Aunque nosotros hemos transferido a otros fenómenos la fuerza de las Constituciones Universales, parece oportuno exponer aquí nuestra opinión relativa a los Eclipses y demostrar porque los Antiguos y sus sucesores fueron alucinados hasta ese punto.

Debemos pensar que los hombres primitivos, ignorantes de los movimientos celestes, se horrorizaban cuando veían apagarse la luz del Sol en pleno día. Creían entonces que era una señal que amenazaba a la luminaria y que significaba un gran riesgo amenazando igualmente al mundo de aquí abajo. Si a continuación ocurría cualquier cosa de importancia como guerras, pestes, hambres, inundaciones, etc. Los hombres tenían la inmediata tendencia a buscar la causa en el extraño fenómeno anterior.

Cuando los astrónomos con su sagacidad descubrieron las causas reales de los eclipses, es decir las interposiciones de un cuerpo sobre otro, conservaron la opinión comúnmente aceptada de que los eclipses eran las causas de los más fuertes cambios o los cambios más importantes en este bajo mundo.

Pensaban, como los antiguos filósofos, que el Sol y la Luna, los planetas y las estrellas fijas transmitían por su luz toda la acción sobre lo sublunar, opinión que perdura hasta en mi.”

Para Morín queda clara la importancia de la influencia de los eclipses. Pero no está de acuerdo con Ptolomeo al asignar los efectos del eclipse sobre naciones o lugares determinados por su relación simbólica zodiacal, ni por la constelación en la que se forma, sino que la influencia del eclipse se percibe en los lugares afectados por el trayecto de su sombra sobre la Tierra o en los lugares donde el eclipse tiene algún planeta angular.

Morín desestima la manera de interpretar la duración de los efectos del eclipse y expone varias razones en su contra. Entre otras cosas dice que los eclipses están subordinados a la Revolución mundial del Sol y sus efectos se deben de notar a lo largo de todo el año.

Dice Morín “Los decretos del eclipse que están significados son el eclipse que está más próximo a los Ángulos. Considerad también la naturaleza de las estrellas que están con él. Y pronunciaros según estas cosas”

La influencia del eclipse de julio de 2009 será más notable, en primer lugar, en la zona que afecta su sombra que perturbará a la práctica totalidad de Asia, desde el Irán hasta las islas del Pacífico.








Beiging, el antiguo Pekín, es el núcleo de población más importante donde se percibirá la influencia del eclipse, aunque esa misma influencia se repartirá en toda China, sin embargo será la megalópolis de Shangai la zona más afectada.

También se notará esta influencia en los países colindantes como las dos Coreas, Japón y toda Indochina. Tampoco se librará la India, Birmania y los países del Tibet quienes tambien van a sentir el “corte” que significa el eclipse. Porque la influencia del eclipse en el sentido más simple significa un corte de luz, un corte de energía, un apagón que deja su huella, por lo menos, a lo largo de todo un año.


Pekín es una de las capitales del mundo más pobladas y ejerce su liderazgo en toda Asia y en muchas otras partes del mundo. De la carta del eclipse se puede extraer un mensaje astrológico para la China:










El regente de la carta del eclipse para Pekín es Venus, cuya naturaleza esencial representa al dinero (porque además de ser regente de Libra, lo és también de Tauro y de la Casa II general) Venus en el eclipse se localiza en la Casa IX, el escenario de los asuntos que se escenifican en el extranjero.

Venus, es decir, el dinero del extranjero, recibe una cuadratura de Saturno desde la Casa XII, el escenario, entre otras cosas, de los créditos o de los préstamos. La cuadratura es un aspecto que actúa igual que lo hace la Luna y el Sol cuando están en este ángulo, sobre la mareas. -Los días del inicio del cuarto menguante o del cuarto creciente, cuando el Sol y la Luna forman un ángulo de 90 grados, es decir están en cuadratura, en las playas hay marea muerta, ese día apenas sube o baja el agua debido a que las fuerzas gravitacionales se contrarrestan, por eso la fuerza del aspecto de cuadratura tiene un significado de fuerzas que se neutralizan, que se impiden, que se debilitan mutuamente y que pueden llegar anularse, igual que las mareas muertas.

Si trasladamos este significado a la cuadratura de Saturno en Casa XII, que ya
De por sí anuncia reducción de créditos, la cuadratura con Venus, el dinero que proviene del extranjero, también se reduce, esto significa que los chinos a mediados del 2009, todavía no se han enterado que estamos pasando una crisis económica y ahora lo van a notar.


Aunque esta cuadratura de Venus con Saturno podría sigificar una disminución de matrimonios de hombres mayores con jovencitas chinas, es decir una bajada de los matrimonios por conveniencia.

Pero no todo ha de ser inquietante, el Sol y la Luna del eclipse forman un excelente trígono con Urano desde la Casa VI, una nueva manera de crear empleo.

Para comprender la influencia del trigono podemos pensar en las mareas. Nos dicen en la escuela de pequeños, que cuando la Luna pasa por la vertical de un lugar marino, sube la marea y que si eso mismo ocurre pero en Luna nueva o Luna llena, que hay marea viva, es decir sube la marea mucho más que otros días. Todo esto es cierto con la salvedad que la marea sube bastantes horas después de haber pasado la Luna, eso varía mucho según el lugar, pero en un mar liso, la ola de las mareas llega unas ocho horas después de haber pasado la Luna. En 8 horas la Luna se ha situado en los 120º más allá del MC ( Dos horas por signo de movimiento diario, 8 horas son 4 signos o 120 grados)


El trigono es cuando llega la marea, el momento perfecto para embarcarse, sobre todo si se vive en un pueblo dentro de una Ría. El trigono tiene mucho que ver con lo que percibimos como suerte porque es el “tiempo adecuado”, uno de los tres factores de la suerte. El trigono siempre significa una oportunidad, en este caso, por tratarse de una oportunidad relacionada con Urano, será una oportunidad tecnológica, aérea, aeroespacial o lo que seamos capaces de relacionar con todo lo que escenifique la influencia de Urano; eléctrico, intenáutico, ultramoderno, espacial, genial, sorprendente, sobre todo eso, sorprendente. Así que a pesar de la crisis económica que se les viene encima, los chinos nos van a sorprender por sus adelantos tecnológicos o por su carrera espacial. Urano es mucho más angular si levantamos la carta del eclipse para Saigón, por eso quizás la sorpresa nos venga desde el Vietnam y nos vendan ordenadores portátiles, aviones solares o coches eléctricos a precios sorprendentes.